En la actualidad, la práctica de la Externalización (outsourcing) empieza a ser habitual y consiste en la contratación externa de determinadas unidades o funciones necesarias en una organización. Las operaciones que se suelen subcontratar se caracterizan por ser complejas, importantes o incómodas de efectuar.
Una buena solución para responder a la necesidad continua de especialistas que puedan afrontar los cada vez más intricados problemas de seguridad sin desatender los objetivos de negocio es recurrir a la Externalización (outsourcing). De esta manera, las organizaciones pueden centrarse en su actividad, al mismo tiempo que consiguen mejorar los niveles de seguridad.
La subcontratación de servicios de seguridad soluciona el problema de la falta de profesionales cualificados dentro de la empresa y permite afrontar el entorno de riesgo creciente que supone la situación actual de manera más eficaz.